Jubileo Extraordinario de la Misericordia

“¡Este es el tiempo oportuno para cambiar de vida! Este es el tiempo para dejarse tocar el corazón. Ante el mal cometido, incluso crímenes graves, es el momento de escuchar el llanto de todas las personas inocentes depredadas de los bienes, la dignidad, los afectos, la vida misma. Permanecer en el camino del mal es sólo fuente de ilusión y de tristeza. La verdadera vida es algo bien distinto. Dios no se cansa de tender la mano. Está dispuesto a escuchar, y también yo lo estoy, al igual que mis hermanos obispos y sacerdotes. Basta solamente que acojáis la llamada a la conversión y os sometáis a la justicia mientras la Iglesia os ofrece misericordia.” Francisco
Jesucristo es el rostro de la misericordia del Padre. El misterio de la Fe Cristiana parece encontrar su síntesis en esta palabra.
Siempre tenemos necesidad de contemplar el misterio de la misericordia, porque:
- Es fuente de alegría, serenidad y paz
- Es condición para nuestra salvación
- Es la palabra que revela el misterio de la Santísima Trinidad
- Es el acto último y supremo con el cual Dios viene a nuestro encuentro
- Es la ley fundamental que habita en el corazón de cada persona cuando mira con ojos sinceros al hermano que encuentra en el camino de la vida
- Es la vía que une Dios y el hombre, porque abre el corazón a la esperanza de ser amados para siempre no obstante el límite de nuestro pecado
Hay momentos en los que de un modo mucho más intenso estamos llamados a tener la mirada fija en la misericordia para poder ser también nosotros signo eficaz del obrar del Padre.
Jubileo Extraordinario de la Misericordia
Es por esto que el Papa Francisco ha anunciado un Jubileo Extraordinario de la Misericordia como tiempo propicio para la Iglesia, para que haga más fuerte y eficaz el testimonio de los creyentes.
El Año Santo se abrirá el 8 de diciembre de 2015, solemnidad de la Inmaculada Concepción. Esta fiesta litúrgica indica el modo de obrar de Dios desde los albores de nuestra historia. En la fiesta de la Inmaculada Concepción se abrirá la Puerta Santa. En esta ocasión será una Puerta de Misericordia, a través de la cual cualquiera que entre podrá experimentar el amor de Dios que consuela, que perdona y ofrece esperanza.
El domingo siguiente, III de Adviento, se abrirá la Puerta Santa en la Catedral de Roma, la Basílica de San Juan de Letrán. Sucesivamente se abrirá la Puerta Santa en las otras Basílicas Papales, Catedrales, Concatedrales, iglesias de significado especial y santuarios.
Compromiso
Cada Iglesia estará directamente comprometida a vivir este Año Santo como un momento extraordinario de gracia y de renovación espiritual. El Jubileo, por tanto, será celebrado en Roma así como en las Iglesias particulares como signo visible de la comunión de toda la Iglesia.
Este Año Jubilar vivido en la misericordia pueda favorecer al encuentro con otras religiones y con otras nobles tradiciones religiosas; haciéndonos más abiertos al diálogo para conocernos y comprendernos mejor; elimine toda forma de cerrazón y desprecio, y aleje cualquier forma de violencia y de discriminación.
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