Festejo Día de la Mujer Trabajadora

El pasado 12 de Marzo, celebramos “El Día de la Mujer Trabajadora”, las voluntarias que colaboramos en Cáritas, de Santa María del Bosque, junto con las chicas de las distintas nacionalidades, que vienen a pedirnos ayuda y apoyo.
Fue una fiesta la mar de amena y divertida en la que cada una de nosotras aportamos platos típicos de nuestros respectivos países, con el fin de poderlos intercambiar y de esa forma conocer la cultura culinaria de los mismos.
Todas nos esmeramos tanto, hasta el punto, que parecía más un concurso de Master-Chef internacional que una fiesta de “El Día de la Mujer Trabajadora”.
Había platos típicos de: Perú, Colombia, Venezuela, Ecuador, Bolivia, El Salvador, Honduras, Ucrania, Bulgaria, Marruecos, Mongolia, etc y España como anfitriona de la fiesta.
Entre otro pudimos deleitarnos en el sabor de los siguientes platos: Papas a la huncaina, Ají de pollo, cebiches de distintas formas: de gambas, de atún y de bonito, Lomo saltado, arroz de pollo, arroz con salsa a la guancaina, ensalada rusa con verduras exóticas, cerdo al horno con papas asadas y choclo, arepas de “reina pipiada”, distintas clases de arroces con frutas tropicales, cus-cus de pollo y cordero, tahin, tamales, pique a lo macho, rollitos de arroz con carne y arroz, etc. Las voluntarias de Cáritas representamos a España, con migas castellanas con su chorizo, bacon y huevos, y con garbanzos con sepia.
Los postres no desmerecieron tampoco: Tarta de queso con Chocolate, flan de yogur, pañuelos de miel, diferentes pastelitos árabes, tortitas de pan ázimo, pestiños de miel y anís, dulces de sésamo, bizcocho de naranja, torrijas y como remate a todas éstas dulzuras una tarta enorme en la cual ponía “Dia de la Mujer”, que no tenía nada que envidiar, a la más espectacular tarta de la más elegante de las bodas (era de merengue, crema pastelera y fresa).
Al final todos estos dulces fuero acompañados de un Té Moruno, muy digestivo.
El final de la fiesta fue amenizado por una niña que nos brindó unas poesías, un grupo de bolivianos, que realizaron unos bonitos bailes de su tierra, vestidos con sus respectivos trajes típicos. Nosotras como representación española, aportamos un grupo de señoras que bailaron al son de fandangos de Huelva, soleares y sevillanas.
Se me olvidaba!. Nosotras procuramos que no faltase ningún detalle y para eso pusimos en una mesa a la entrada un Libro de Firmas, para que todas las personas que asistieran plasmasen la suya, y de alguna manera este recuerdo quedase inmortalizado.
Todas las personas que asistimos, nos fuimos alegres y felices, por haber conseguido que por unas horas, las chicas aparcaran sus problemas y se sintieran en familia, a pesar de estar lejos de las suyas.
Esta fiesta nos da la oportunidad, de acercar más nuestras culturas y conocernos mejor a nivel personal, ganando nuevos amigos y estrechando más nuestros lazos.
Cada año esta fiesta se organiza mejor, gracias a las voluntarias de Caritas de Santa Maria del Bosque, a las cuales tengo el orgullo de pertenecer.
Fdo: Maria del Pilar Antolin (voluntaria de Caritas de Santa Maria del Bosque)
«Lo que vivimos fue increíble. Estuvimos más de 100 personas de 15 nacionalidades. No sé quién disfrutó más si las invitadas o las voluntarias. Lo que te digo: fue increíble».
Comentó una de ellas, emocionada.
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