Convertirnos a la Misericordia de Dios

A partir del mes de Junio retomamos el tiempo ordinario, después de las fiestas que hemos celebrado en el mes de Mayo. Reiniciamos la lectura del Evangelio de San Lucas, en este año de la Misericordia. Vamos a ir desgranando poco a poco el actuar de Jesús de Nazaret, como muestra la misericordia entrañable de Dios.
Tenemos que convertirnos a la misericordia de Dios
Primero, experimentar ese amor que Dios nos tiene, reconocernos pecadores y necesitados de conversión, y después, anunciar con gestos concretos esa misma compasión de Dios. La misericordia puede ser engañosa, nos puede hacer creer que somos buenos y que ayudamos a los demás. Pero el mensaje de Jesús es una urgencia a la conversión para todos sin excepción, y por supuesto, también para la Iglesia y sus estructuras. Tengamos cuidado para que nuestra misericordia, no sea una justificación de, nuestra falsa caridad, que nos hace sentirnos bien.
Reflexión parroquial Junio 2016